Si bien es posible que aún no conozcamos el secreto de la vida eterna, la investigación médica ha descubierto una serie de estrategias que la prolongan:
Entrenamiento de fuerza: La actividad física retrasa el envejecimiento cerebral y previene enfermedades neurodegenerativas. El entrenamiento de fuerza en particular es crucial para preservar la masa muscular magra y prevenir lesiones por caídas.
Sueño: el sueño elimina las proteínas dañadas del cerebro y es importante para preservar la memoria, la creatividad y la agudeza mental. La privación del sueño está relacionada con enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.
Consumo de proteínas: la ingesta inadecuada de proteínas conduce a la pérdida de masa muscular, lo que afecta la movilidad y aumenta la posibilidad de caídas.
Relaciones sociales: Mantenerse conectado disminuye la mortalidad y mejora la calidad de vida, independientemente de la edad, el sexo o el estado de salud.
Cuando los organismos se someten a un estrés moderado, activan mecanismos moleculares para afrontar y reaccionar mejor ante ese mismo estrés en el futuro: esto se conoce como hormesis o respuesta adaptativa al estrés.
Aquí hay 3 ejemplos de cosas que ponen a su cuerpo bajo el tipo de estrés que lo fortalece, son 3 cosas que no te matarán, pero te harán más fuerte:
Ayuno intermitente: un poco de hambre puede hacer que estés más alerta y mejorar tu memoria. También puede aumentar la capacidad de sus células para combatir el estrés.
Pasar tiempo a gran altura: la exposición a la radiación ionizante a gran altura lo protege del cáncer al estimular los mecanismos de reparación del ADN.
Frutas y verduras: Las frutas y verduras coloridas contienen toxinas llamadas fitoquímicos, que utilizan para combatir insectos y hongos. También ayudan a sus células a combatir el estrés y reducir la inflamación.