Su sabor y la cantidad de propiedades saludables que tiene la convierten en un producto casi imprescindible en las dietas de los españoles.

Entre sus propiedades destaca una sobre todas: su poder antioxidante. Se ha demostrado, con estudios, que el consumo regular de kiwi aumenta significativamente la concentración plasmática de vitaminas antioxidantes, como la C, la E y la de luteína/zeaxantina.

Consumir esta fruta con las comidas aumenta la capacidad antioxidante del plasma postprandial, lo que podría prevenir el estrés oxidativo justo después de las comidas. Además, observaron que el consumo de 1 a 3 kiwis diarios durante 3 o 4 semanas mejora la resistencia del DNA de los linfocitos frente al daño oxidativo. 

Otras propiedades que convierte a esta fruta en un indispensable es que «es poco calórica, ya que aporta tan sólo 50 calorías por 100 gramos«, y tiene un contenido más elevado de vitamina C que la naranja. De hecho, según datos, «la naranja tiene 53,2 mg por cada 100 gramos, frente a los 92,7 mg del kiwi«.

Muchas personas consumen esta fruta para combatir el estreñimiento o como ayuda para ir regularmente al baño, pero, ¿es realmente eficaz?. Entre las múltiples propiedades, el kiwi contiene «cantidades notables de fibra soluble, que regula los niveles de colesteroltriglicéridos y azúcar en sangre, y que previene el estreñimiento«.

Esta propiedad hace que esta fruta sea realmente efectiva como ayuda para ir al baño. Asimismo, diversos estudios demostraron los efectos positivos y significativos del tratamiento del estreñimiento, concretamente en ancianos. «Estos beneficios se deben al contenido en fibra tanto soluble como insoluble, que retiene gran cantidad de agua, aumenta la masa fecal y suaviza el tránsito intestinal«.

Además, el consumo de kiwi puede tener un efecto prebiótico, al promover el crecimiento de lactobacilos y bifidobacterias mientras se consume. 

Otro de los efectos del consumo de esta fruta en el tránsito intestinal está relacionado con la digestión. Su ingesta con las comidas «aumenta la hidrólisis proteica y facilita la digestión gástrica, lo que puede ser especialmente beneficioso cuando la secreción de ácido clorhídrico no sea óptima o en trastornos gastrointestinales funcionales», según López-Sobaler. Por este motivo, «se debería evitar su ingesta en episodios de gastroenteritis o de inflamación intestinal«, advierte López Viétez. 

Ideal también para respirar mejor

Otro de los beneficios del kiwi y que mucha gente desconoce está relacionado con el tracto respiratorio. Tal y como indican «esta fruta contiene nutrientes y fitoquímicos asociados relacionados con el bienestar del sistema inmune, como son la vitamina C, E y K, folatos, carotenoides, potasio y polifenoles«.

El kiwi «aumenta la fagocitosis y los niveles de inmunoglobulinas, la actividad de las células NK, la activación de células T y la producción de citoquinas, y por su actividad antioxidante protege a las células del sistema inmunitario del daño oxidativo, y la consecuente pérdida de integridad y fluidez de la membrana».

También se ha visto su importancia para la prevención de infecciones del tracto respiratorio, no sólo en mayores, sino también en niños y ancianos. Según el grupo de investigación de la universidad madrileña, estos efectos positivos «pueden deberse no sólo al elevado contenido en vitamina C, sino también a otras vitaminas y compuestos con actividad antioxidante del kiwi«. Un estudio realizado en ancianos «demostró que aumentaron significativamente los niveles plasmáticos de vitamina C y los de alfa-tocoferol, de luteína/zeaxantina y la concentración eritrocitaria de folato». 

Tras conocer los innumerables efectos positivos de incluir esta fruta en nuestra dieta, llega la hora de elegir la variedad que más nos guste y la mejor forma de consumirla. Se recomienda «que es mejor tomarlo en crudo, porque así se consume toda la fibra y porque tiene un índice glucémico más favorable para el organismo», aunque también puede tomarse o incluirse en zumos. Otras opciones culinarias que recomienda la nutricionista consisten en añadir trozos de kiwi a las ensaladas, en la guarnición de carnes o pescados y en batidos

Entre los diferentes tipos de kiwi que hay actualmente en el mercado, se encuentran el verde y el amarillo. El primero de ellos «tiene un sabor más cítrico y el segundo es más dulce y, por lo tanto, más rico en fructosa, lo que da un toque más tropical». Lo único que les diferencia es el color y el sabor ya que todos tienen las mismas propiedades saludables. 

Fuente: cuidateplus.com