Cuando pensaba en un tema para escribir a mediados de este mes de mayo, encontré este tema que me resulto sumamente importante y que inicia con varias preguntas:

¿Cómo recuperar nuestra humanidad que a veces se desdibuja cuando la tecnología se mueve a velocidades vertiginosas las que muchas veces no podemos a alcanzar?

¿Cómo dejar un futro mejor a nuestros hijos y nuevas generaciones cuando lo que parece un valor sin serlo, es la inmediates, la poca paciencia, la incapacidad de ser resilientes y además de no tolerar nada que no entre en las propias necesidades?

¿Cómo hacer para que nuestros equipos sean más productivos, felices y estén mejor integrados cuando no tenemos tiempo para la persona, para sus necesidades, no los entendemos y además les exigimos?

Para mi algo que es crucial es volver a las bases, a los orígenes y dejar de ser, al menos por un espacio de tiempo, la empresaria, la madre, esposa, pareja y ser simplemente nosotros mismos en compañía de nosotros mismos, en el aquí y ahora.

Podría pensarse que esto es un lugar común o peor aún, un estereotipo de un reseteo mental para encarar con más energía nuestra realidad cotidiana o parte de alguna corriente moderna posterior al Mindulness. La experiencia me ha enseñado, que «Corazonar« puede ser la mejor práctica corporativa, personal y socioafectiva que podemos experimentar para regresar a este instante que es realmente lo único que tenemos, ya que el pasado es historia el futuro no ha llegado y lo que tenemos en este instante ES… Mo Hernández Chávez

Y con lo que menciona la final, me quedo. Sigue hablando de lo que es “Corazonar” para ella y como llevarlo a cabo, en otro momento les compartiré más de ese tema.

En este artículo entiendo el Corazonar como esa capacidad humana de ejercer en libertad la voluntad, de percibir, sentir, pensar, interpretar, valorar, decidir, implementar… pero todo pasándolo por el corazón que es realmente en dónde se toman las decisiones.