Alimentos procesados, ¿cómo saber cuáles adquirir?
Actualmente los patrones alimentarios han migrado de la comida tradicional al consumo de alimentos procesados.
Cerca del 58% de las calorías consumidas en la dieta de los mexicanos están conformadas por alimentos y bebidas empaquetadas (Popkin, 2014). Por otro lado, la obesidad y las enfermedades crónicas no transmisibles son un grave problema de salud pública en México. De acuerdo con lo reportado en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) de 2016, más del 70% de la población mexicana padece de sobrepeso u obesidad. Además, por su alta prevalencia se ha declarado, emergencia epidemiológica a la diabetes mellitus tipo 2.
Se ha sugerido que dichos padecimientos se pueden prevenir con estilos de vida saludables y existe evidencia comprobable de que tanto:
La actividad física:
Mejorar el consumo dietético de la población influyen en el estado de nutrición y en el estado de salud de la población. En este sentido, la dieta ha sido reconocida como una herramienta a nivel internacional para abatir la epidemia de obesidad y de enfermedades no transmisibles.
Estrategias que pueden ayudar a escoger:
1) Lectura de etiquetas: El etiquetado puede apoyar a conocer y evaluar el contenido nutrimental de un alimento o producto. Siempre revisa la lista de ingredientes, busca azúcares, almidones, colorantes, conservadores. Diversos estudios transversales (Nieto et al., 2017, Rincón-Gallardo Patiño et al., 2016) han documentado que los alimentos procesados presentan mayor publicidad en sus empaques en comparación a productos con menor nivel de procesamiento. Se ha documentado que dichos productos presentan declaraciones de salud y nutrición que podrían confundir al consumidor.
2) El modelo de perfil de nutrientes de la Organización Panamericana de la Salud: es una herramienta que ayuda a clasificar los alimentos y bebidas que contienen una cantidad excesiva de azúcares libres, sal, total de grasas, grasas saturadas y ácidos grasos trans. Puedes encontrar más información en el siguiente link. https://www.paho.org/es/perfil-de-nutrientes
Conclusión:
– Retirar de tu alacena los productos procesados, incorporar el hábito de preparar los alimentos en casa puede mejorar el peso sin hacer una dieta tan estricta o restrictiva.
– El primer paso para llevar una vida saludable es comer alimentos que sean de alta densidad nutricional con bajo aporte calórico y buen contenido de fibra. Y estas son las características de los vegetales verdes, proteínas de origen animal, leguminosas, huevos, frutas, etc.