La diferencia entre aval y fiador es clave para lograr cerrar un proceso de arrendamiento de propiedad sin mayores contratiempos. Conoce todo aquí.
Cuando se trata del mercado inmobiliario en México, cada término que conoces a profundidad puede salvarte de perder tiempo y dinero. En este caso, es importante que tengas clara la diferencia entre aval y fiador, especialmente cuando vas a arrendar una propiedad.
Muchas personas ya tienen bastante claro qué es un aval. Sin embargo, a muchas otras les falta conocer mejor el rol del fiador: que no es más que la persona que responde por otra, en cuanto a un incumplimiento de los pagos. Convirtiéndose en el segundo deudor después del principal.
Por ejemplo, si te solicitan como un obligado en un contrato de arrendamiento, serás un fiador, pero si te piden garantizar una deuda de un pagaré, serías el aval.
Entonces, exactamente ¿Cuál es la diferencia entre aval y fiador?
El principal aspecto que los separa, es que el aval está obligado a pagar deudas, pagarés, entre otras responsabilidades monetarias. Mientras que el fiador tiene obligaciones civiles. Es decir, no pueden obligarlo a pagar hasta que exista una demanda para el deudor principal.
Otras de sus diferencias son:
- El aval hace referencia a que la persona se compromete al pago de lo adeudado en nombre de otra persona.
- El fiador se compromete a pagar por el deudor principal, en caso de que este no pueda hacerlo.
- El fiador garantiza el cumplimiento de los pagos en los contratos de arrendamiento. El aval garantiza una deuda a través de un pagaré.
- El fiador no se puede ver obligado a pagar al acreedor sin que antes se demande al deudor principal.
- El aval está en la obligación, de manera solidaria, con el deudor principal. Por lo que puede ser demandado directamente por el acreedor.
- El aval se encuentra regulado por el derecho comercial en la Ley 18.092 sobre letras de cambio y pagaré; en cambio, el fiador se encuentra regulado por un contrato en el Código Civil.
- El aval solamente puede garantizar obligaciones cambiarias (letras de cambio), por lo que siempre se verá envuelto en un acto comercial.
Ahora veamos algunas de las responsabilidades de cada uno:
- El fiador puede responder ante deudas futuras, cuyo importe aún no sea conocido, pero no hasta que la deuda sea líquida.
- El fiador no puede ser obligado a pagar la deuda del deudor principal, si este último dispone de suficientes bienes para hacerlo. Lo que quiere decir que el acreedor deberá agotar todos sus canales de pago para poder dirigirse a los fiadores.
- Si hay un beneficio de división (hay más de dos fiadores) el prestamista debe reclamar la totalidad de la deuda a un solo fiador.
- El aval tendrá que responder por los pagos sin limitaciones de acuerdo a los términos de la ley.
- El avalista podrá solicitar una acción de reembolso en contra de la persona a quien ha respaldado, si así se requiere.
¿Cuál es la importancia de un fiador?
Ahora que conoces la diferencia entre aval y fiador, puede que tengas una idea más clara de la importancia de cada uno en un contrato de alquiler de una propiedad. Pero ahondemos un poco más en este tema.
En el caso del fiador, esta persona permitirá que las dos partes se sientan más seguras al realizar la transacción. Pues, habrá alguien que se responsabilizará por la deuda, en caso de que suceda alguna eventualidad o se infrinja el acuerdo de pagos.
Por lo que su importancia radica, precisamente, en asumir ese papel de responsabilidad monetaria.
¿Y el aval? ¿Por qué es importante?
Por otro lado, los avales también son de suma importancia. Ya que responden por el arrendatario en caso de que este no lo haga. Aceptará todos los deberes y obligaciones que el inquilino, de acuerdo con la Ley de Títulos y Operaciones.
De igual manera, su responsabilidad estará pactada en el contrato de arrendamiento, y aunque no está obligado a pagar la renta mensual en caso de incumplimiento del inquilino, sí debe responder en determinadas circunstancias o pagar hasta cierta cantidad de dinero.
Fuente: flat.mx